La huelga general del 29 de marzo es en estos momentos una respuesta necesaria de la clase trabajadora para mostrar su rechazo a la reforma laboral. Las organizaciones CGT, CNT, HUSTE y SOA, hacemos extensiva a los movimientos sociales, asambleas de barrio y organizaciones sindicales no pactistas la necesidad de participar en dicho rechazo. Así mismo proponemos luchar por un modelo social alternativo al impuesto por la clase política, totalmente entregada a los planes de los poderosos.
La patronal, tras años de compadreo y pacto social con los sindicatos pactistas, está alcanzando finalmente sus mayores objetivos: el despido libre y el control absoluto de las condiciones de trabajo y de los salarios, intentando retrotraernos al siglo XIX. La clase obrera se organizó y luchó, pagando un alto coste de cientos de hombres y mujeres que sacrificaron sus vidas y su libertad para conseguir mejoras, que reforma tras reforma nos van robando.
A los múltiples cambios y la mutilación salvaje de los derechos laborales de los y las trabajadores/as se suman las continuas políticas de recortes de los servicios esenciales como sanidad y educación, las diversas privatizaciones de los servicios públicos y la entrega absoluta al capital y la Banca de los recursos económicos, provocando entre las clases más desfavorecidas diferentes formas de exclusión social que tienen su máxima expresión en el desempleo y en los desalojos de las viviendas, finalizando en su grado máximo en la represión policial y judicial, contando para ello con la manipulación masiva de los medios informativos.
Ante este estado de cosas, los trabajadores salimos a la calle este 29 de marzo para iniciar una campaña de movilizaciones que nos lleve a la retirada inmediata de la reforma laboral y a la recuperación de los derechos abolidos por la misma.
Las medidas contenidas en el real decreto cercenan las condiciones de todos los y las trabajadores/as, tanto de empresas públicas como privadas y diseñan un futuro para los más jóvenes que solo ofrece paro, precariedad y absoluta sumisión y dependencia ante el patrón, convirtiéndolo en amo y señor de las condiciones laborales, de los salarios y de la estabilidad en el empleo.
La sociedad camina a pasos agigantados y se consolida con esta reforma en un modelo de relaciones laborales totalmente desregularizado, donde nadie controla los desmanes de la patronal y donde la inestabilidad en los puestos de trabajo conduce de forma irrevocable a la exclusión, a la marginalidad social y a la pobreza. El modelo social capitalista y de consumo, impuesto por los poderes económicos y por una clase política salpicada hasta el tuétano por la corrupción, está convirtiendo a los y las trabajadore/as en poco menos que esclavos.
La HUELGA GENERAL y la movilización continua son el único camino que le queda a la clase trabajadora para salvaguardar sus conquistas, hoy gravemente amenazadas. El 29 de marzo, empezamos una movilización que culminará en nuevas jornadas de huelga y en cuantas acciones creamos necesarias para conseguir la derogación de este auténtico atentado a la clase obrera. Para ello, hoy más que nunca se hace necesario romper con los mecanismos de subyugación perpetrados por el estado en el mundo del trabajo. El actual sistema de representación sindical ha desmovilizado a la clase trabajadora; las políticas sindicales de las dos centrales neocorporativistas nos han inducido a una situación insólita. Por ello, consideramos una condición necesaria la potenciación de órganos legítimos de la clase trabajadora como son las secciones sindicales. Por el reparto del trabajo y de la riqueza. ¡Viva la huelga general!.
CGT, CNT, HUSTE y SOA
La patronal, tras años de compadreo y pacto social con los sindicatos pactistas, está alcanzando finalmente sus mayores objetivos: el despido libre y el control absoluto de las condiciones de trabajo y de los salarios, intentando retrotraernos al siglo XIX. La clase obrera se organizó y luchó, pagando un alto coste de cientos de hombres y mujeres que sacrificaron sus vidas y su libertad para conseguir mejoras, que reforma tras reforma nos van robando.
A los múltiples cambios y la mutilación salvaje de los derechos laborales de los y las trabajadores/as se suman las continuas políticas de recortes de los servicios esenciales como sanidad y educación, las diversas privatizaciones de los servicios públicos y la entrega absoluta al capital y la Banca de los recursos económicos, provocando entre las clases más desfavorecidas diferentes formas de exclusión social que tienen su máxima expresión en el desempleo y en los desalojos de las viviendas, finalizando en su grado máximo en la represión policial y judicial, contando para ello con la manipulación masiva de los medios informativos.
Ante este estado de cosas, los trabajadores salimos a la calle este 29 de marzo para iniciar una campaña de movilizaciones que nos lleve a la retirada inmediata de la reforma laboral y a la recuperación de los derechos abolidos por la misma.
Las medidas contenidas en el real decreto cercenan las condiciones de todos los y las trabajadores/as, tanto de empresas públicas como privadas y diseñan un futuro para los más jóvenes que solo ofrece paro, precariedad y absoluta sumisión y dependencia ante el patrón, convirtiéndolo en amo y señor de las condiciones laborales, de los salarios y de la estabilidad en el empleo.
La sociedad camina a pasos agigantados y se consolida con esta reforma en un modelo de relaciones laborales totalmente desregularizado, donde nadie controla los desmanes de la patronal y donde la inestabilidad en los puestos de trabajo conduce de forma irrevocable a la exclusión, a la marginalidad social y a la pobreza. El modelo social capitalista y de consumo, impuesto por los poderes económicos y por una clase política salpicada hasta el tuétano por la corrupción, está convirtiendo a los y las trabajadore/as en poco menos que esclavos.
La HUELGA GENERAL y la movilización continua son el único camino que le queda a la clase trabajadora para salvaguardar sus conquistas, hoy gravemente amenazadas. El 29 de marzo, empezamos una movilización que culminará en nuevas jornadas de huelga y en cuantas acciones creamos necesarias para conseguir la derogación de este auténtico atentado a la clase obrera. Para ello, hoy más que nunca se hace necesario romper con los mecanismos de subyugación perpetrados por el estado en el mundo del trabajo. El actual sistema de representación sindical ha desmovilizado a la clase trabajadora; las políticas sindicales de las dos centrales neocorporativistas nos han inducido a una situación insólita. Por ello, consideramos una condición necesaria la potenciación de órganos legítimos de la clase trabajadora como son las secciones sindicales. Por el reparto del trabajo y de la riqueza. ¡Viva la huelga general!.
CGT, CNT, HUSTE y SOA
No hay comentarios:
Publicar un comentario