Como hacer
sindicalismo no es delito, desde SOA hacemos una denuncia pública de
una serie de hechos directamente relacionados con la represión
laboral. Lo estamos viendo con Las 6 de La Suiza y también en más
casos que se dan con otras aliadas sindicales. Nos toca exponer lo
que ha pasado en Ikea Zaragoza.
Desde la sección
sindical del Sindicato Obrero Aragonés (SOA) en Ikea Zaragoza,
queremos manifestar nuestra más profunda repulsa ante la política
de despidos emprendida por la empresa y que ha alcanzado su punto
álgido con la rescisión de la relación laboral de tres compañeros
vinculados al Departamento de Restaurante en el mes de junio.
Recordamos que esta
sección sindical convocó tres jornadas de huelga en febrero de 2023
en nuestro centro de trabajo, que fueron secundadas mayoritariamente
por el Departamento de Restaurante, que vio su actividad
seriamente afectada durante tres sábados consecutivos, y en la que
se solicitaba cosas tan básicas como una revisión de complementos
de puestos congelados desde 2008, o que los contratos de los
compañeros se ajustaran a las horas que efectivamente se trabajaban
habitualmente, abandonando así el excesivo uso de horas
complementarias en Ikea Zaragoza.
De los cinco despidos
de los que hemos tenido conocimiento como sección sindical en el
centro de trabajo desde enero, cuatro han afectado a personas que
secundaron activamente la huelga, o que iban en las listas del
Sindicato Obrero Aragonés en las últimas elecciones sindicales,
y todo esto con las siguientes elecciones sindicales en puertas.
Llama la atención que
estas medidas adoptadas por la empresa afecten de manera tan clara a
personas relacionadas con nuestro sindicato y que llegaron a secundar
la huelga. Asimismo, una de las delegadas de personal de la sección
de SOA en Ikea Zaragoza, se vio sometida a un procedimiento
sancionador al que tardan cinco semanas en dar una respuesta, lo que
es absolutamente kafkiano, ya que modificaban los hechos imputados,
acomodándolos al relato empresarial final para mantener la sanción.
Es decir, de una sanción de suspensión de empleo y sueldo a una
falta muy grave de 16 días, que la empresa en el SAMA ya se ofrecía
a bajar a tres días y falta grave, y que en la actualidad está
pendiente de juicio.
También se intentó
iniciar un procedimiento sancionador contra el delegado de nuestra
sección sindical en el centro de trabajo, que tuvo que ser abortado
por la empresa ante la falsedad de lo que se imputaba al trabajador.
A raíz de todo esto,
manifestamos que una empresa que pretende sustituir el talento
reivindicativo por la sumisión borreguil no hace otra cosa que
dispararse en el pie. Solicitamos reflexión y que en este centro
de trabajo se adopte la senda del diálogo y la racionalidad en las
relaciones laborales, que es el único motor de un desarrollo
sostenible del negocio y las personas.
Continuaremos en la
lucha por mejorar las condiciones laborales de lxs trabajadorxs de
Ikea Zaragoza, contra viento y marea. Nosotrxs no reblamos.
Para que
IKEA no se nos siga haciendo la sueca.
Hacer sindicalismo no es
delito.