El final del curso escolar aragonés no va a ser plácido,
mientras el personal laboral continúa esperando las mascarillas FFP2, desde el Grupo de Educación del Sindicato
Obrero Aragonés, queremos lanzar un comunicado sobre cuestiones que nos
preocupan de manera urgente. Por un lado, la inversión insuficiente en el sistema educativo; recordamos que
el entorno OCDE realiza un gasto en el sector que equivale al 10,8% del total,
la media de la UE23 está en 9,6%, y la del Estado español en 8,8% (datos
comparados de 2012-2017), con lo que podemos intuir el panorama para el futuro.
Un recorte en educación provoca que al final nos planteen como solución medidas
relacionadas con nuevas leyes educativas un tanto gatopardistas. Mucho humo y poca realidad material. En Comunidades
Autónomas, donde Vox gobierna, también venden humo, pero del rancio, como
imponer el himno de España en todos los centros educativos o vetar todo lo que
huela a igualdad.
Desde SOA apoyamos la
campaña de los sindicatos representativos para exigir la famosa reversión del
horario lectivo en Aragón. En Primaria e Infantil, de 25 a 23 horas; en Secundaria, de 20 a 18
horas. Aunque no entendemos muy bien esa
diferenciación tan grande entre Primaria y Secundaria. ¿Por qué no tener
las mismas horas lectivas?
Nueve años ya son muchos y otras Comunidades Autónomas ya
revirtieron el horario. Las razones son claras y contundentes, más allá del
mantra sobre asociar el trabajo del docente con “estar en una clase”.
En relación con los periodos lectivos, exigimos que se homologuen los del personal de la Educación Concertada
con los de la Pública: los primeros tienen 25 horas lectivas en la
actualidad, según el convenio firmado en Madrid. Exigimos que nuestros
trabajadores negocien sus condiciones en Aragón; esta vulneración
recentralizadora ha quedado siempre muy invisibilizada. Las razones para esta
bajada de horas lectivas es sencilla: dedicar más tiempo a las familias, al
alumnado con necesidades, a los programas de centro, a preparar clases,
reuniones de equipos didácticos, sesiones de formación. La creciente oleada de burocratización se está llevando a cabo con un
horario complementario raquítico.
De hecho esta cuestión
está directamente relacionada con bajar la ratio alumnado/profesor, algo
que se ha hecho muy evidente en este curso tan extraño, con una mayor calidad
de la docencia con ratios más bajas generalizadas. Sería imprescindible
plantear un calendario para bajar el número de horas lectivas por debajo de 18
y relacionarlo con la ratio.
Desde SOA estamos expectantes ante la propuesta del
Ministerio de Administraciones Públicas para reducir el porcentaje de personal
interino, con unos porcentajes altísimos en el sector educativo aragonés (30%);
esperemos que la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) no
conlleve sorpresas que lleven a la precarización.
Al final, el planteamiento es aumentar la inversión global en
educación para mejorar la calidad de un sector estratégico. Igual que deberían
mantenerse las plantillas de apoyo para el curso que viene o implementar un
plan real que garantice los grupos-burbuja en las etapas iniciales. Desde SOA
lo tenemos claro.