La propuesta de modificación de la actual Directiva europea sobre ordenación del tiempo de trabajo, por la que se establece la posibilidad de firmar contratos individuales en donde el trabajador consienta trabajar más de 60 y 65 horas a la semana durante un periodo determinado, representa una agresión sin precedentes a los trabajadores/as, a su derecho a la salud y al descanso, y es también, sin duda, un torpedo contra la línea de flotación de la negociación colectiva y la representación sindical.
Los obreros y obreras aragoneses debemos hacer frente ante una propuesta que fue aprobada el pasado 11 de junio por una mayoría del "Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores" formado por los ministros de trabajo de los gobiernos de los Estados miembros de la UE, en donde la minoría de gobiernos que formularon declaraciones de crítica, entre ellos el gobierno del Estado español, ni siquiera votaron en contra de esta “nueva directiva”.
En la actualidad sigue el curso que marca un complejo procedimiento para su aprobación o rechazo por el Parlamento Europeo. Considerando la actual correlación de fuerzas políticas, solamente una contundente movilización de los trabajadores/as y de los ciudadanos/as en Europa puede dar como resultado que una mayoría parlamentaria rechace la directiva, o en última instancia, persuadir a los gobiernos de los respectivos países para que no apliquen la Directiva de las 65 horas.
Hemos de ser realistas, y el mercado laboral de nuestra nación, Aragón, donde un tercio de los asalariados/as tienen contratos precarios (la tasa más elevada en la UE) y con un índice de paro que se incrementa vertiginosamente de la mano de la mayor crisis económica, la aplicación de esta Directiva de las 65 tendría un terreno propicio para su rápida extensión, y provocaría un rápido deterioro social y laboral, con profundas repercusiones negativas para nuestra clase y nuestro pueblo.
La actual crisis económica, fruto de años de políticas neoliberales, no pueden servir de coartada para imponer una salida a la crisis que recaiga sobre la clase trabajadora y los más débiles, mediante más recortes de salarios y pensiones, menos derechos sociales y laborales, y mediante directivas de 65 horas de trabajo, o la ley de retorno.
Por eso no hay tiempo que perder en la tarea de preparar la más amplia movilización social contra la aprobación de dicha Directiva. Llamamos a la movilización unitaria, contundente y sostenida hasta conseguir el rechazo y la retirada de la propuesta de Directiva de las 65 horas.
Por eso, en breves días, realizaremos una convocatoria de Asamblea abierta a todas las organizaciones sindicales y sociales, para impulsar unitariamente una respuesta eficaz y directa contra la Directiva de las 65 horas.