El SINDICATO OBRERO ARAGONES – SENDICATO D’OS TREBALLADORS E TREBALLADORAS D’ARAGON (SOA-STA), a través de su Demba d'a Muller, Secretaría de la Mujer, queremos hacer público el anuncio de la CONVOCATORIA de VAGA CHENERAL FEMINISTA – HUELGA GENERAL FEMINISTA, que basamos en lo siguientes motivos, en coordinación con el movimiento feminista:
PRIMERO: El principal problema de ser mujer y pertenecer a la clase trabajadora desde la RAIZ REAL es para nosotras el SISTEMA CAPITALISTA en el que se nos obliga a vivir. Somos las que reproducen la vida. El trabajo doméstico y de cuidados que hacemos las mujeres es imprescindible para el sostenimiento de la vida. Que mayoritariamente sea gratuito o esté devaluado es una trampa en el desarrollo del capitalismo. Hoy, con la huelga de cuidados en la familia y la sociedad, damos visibilidad a un trabajo que nadie quiere reconocer, ya sea en la casa, mal pagado o como economía sumergida. Reivindicamos que el trabajo de cuidados sea reconocido como un bien social de primer orden, y exigimos la redistribución de este tipo de tareas.
SEGUNDO: Consideramos que la VAGA CHENERAL-HUELGA GENERAL debe tener en cuenta la especial situación de la mujer aragonesa, su cultura y su derecho a ser libre en un ARAGÓN SOBERANO. Reivindicamos también la causa histórica que nos lleva a la celebración de esta huelga general, la cual se construye como “8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora”. Somos olas feministas, que abrazan la memoria del pasado, desde las quemadas en hogueras hasta las activistas actuales, pasando por sufragistas, sindicalistas, luchadoras anticoloniales o pacifistas. Desde SOA hoy recuperamos el término “trabajadora”, dando cabida a todos los trabajos, incluyendo los no remunerados.
TERCERO: El 8 de Marzo conmemoramos una fecha histórica en la lucha de las mujeres trabajadoras, siendo un momento para reflexionar sobre los logros conseguidos, que han incidido muy positivamente en los planos social, cultural, político y económico. Pero no podemos olvidar que nos encontramos en una crisis sistémica, económica y de valores sociales, que nos hacen plantearnos un nuevo modelo de sociedad, ya que en este sistema capitalista las más débiles son las trabajadoras, que somos los paganas con la pérdida de nuestros derechos laborales y sociales. Sufrimos la avaricia, la especulación y los beneficios desmedidos del las grandes empresas y corporaciones. Las mujeres somos las que primero estamos perdiendo nuestros derechos laborales mientras seguimos teniendo salarios inferiores; subrayamos la eliminación de la brecha salarial, de los obstáculos en el acceso y promoción en el empleo (los techos de cristal), exigiendo medidas que faciliten la conciliación de la vida laboral y familiar.
Exigimos también las pensiones que nos hemos ganado. No más pensiones de miseria, que nos obligan a sufrir pobreza en la vejez. Pedimos la cotitularidad de las pensiones y que el tiempo dedicado a tareas de cuidado, o que hemos desarrollado en el campo, sea reconocido en el cálculo de las pensiones al igual que el trabajo laboral y luchamos por la ratificación del convenio 189 de la OIT que regula el trabajo doméstico.
Denunciamos que ser mujer sea la principal causa de pobreza y que se nos castigue por nuestra diversidad. La precariedad se agrava para muchas de nosotras por tener mayor edad, ser migrada y estar racializadas, por tener diversidad funcional o una imagen alejada de la normatividad. Reivindicamos que nuestra situación laboral nos permita desarrollar un proyecto vital con dignidad y autonomía; y que el empleo se adapte a las necesidades de la vida: el embarazo o los cuidados no pueden ser objeto de despido ni de marginación laboral, ni deben menoscabar nuestras expectativas personales ni profesionales.
CUARTO: exigimos plena igualdad de derechos y condiciones de vida, y la total aceptación de nuestra diversidad. Somos precarias, estamos condicionadas por un Estado que legisla para reprimir, y que además, con la crisis del sistema, azota nuestra dignidad con continuos recortes de derechos, con corrupción a todos los niveles. Exigimos una protección social plena, que nuestros impuestos reviertan en la sociedad, para que sirvan para mejorar la calidad de vida del pueblo aragonés, la persecución de la economía sumergida que beneficia a empresarios sin escrúpulos, que se aprovechan de las situaciones de desamparo de las mujeres, la creación de guarderías en empresas y la flexibilización horaria con plenos derechos.
QUINTO: Nuestras compañeras, inmigrantes, de otras etnias, con discapacidades, pertenecientes a colectivos LGBTIQ+ , aparte de lo anteriormente expuesto sufren otras discriminaciones por su condición de mujer y alteridad invisibilizada.
Ninguna mujer es ilegal, decimos !basta de racismo y exclusión! Gritamos bien alto: ¡No a las guerras y a la fabricación de material bélico! Las guerras son producto y extensión del patriarcado y del capitalismo para el control de los territorios y de las personas. La consecuencia directa de las guerras son millares de mujeres refugiadas por todo el mundo, mujeres que estamos siendo victimizadas, olvidadas y violentadas. Exigimos la acogida de todas las personas migradas, sea por el motivo que sea. ¡Somos mujeres libres en territorios libres!
SEXTO: desde SOA reclamamos una sanidad pública que preste los servicios necesarios a todas las mujeres que vivan en Aragón, para lograr un desarrollo de una vida digna desde nuestro nacimiento hasta el fin de nuestros días, guarderías, residencias, centros de día, dotaciones médicas, especialmente en el medio rural, donde se visualiza la precariedad del actual sistema sanitario, información sobre prevención de embarazos no deseados y de las enfermedades de transmisión sexual. Exigimos también la despatologización de nuestras vidas, nuestras emociones, nuestras circunstancias: la medicalización responde a intereses de grandes empresas, no a nuestra salud. ¡Basta de considerar nuestros procesos de vida como enfermedades!
SÉPTIMO: esta Secretaría de la Mujer, insta a los poderes políticos y a los medios de comunicación, a que garanticen la no utilización de la mujer como objeto publicitario, eliminando y prohibiendo estereotipos irreales de belleza y culto al cuerpo que provocan un perjuicio cada vez mayor a nivel mental y sanitario de nuestra juventud, especialmente en nuestras niñas y adolescentes. Como por ejemplo todos los trastornos alimenticios en general. Exigimos ser protagonistas de nuestras vidas, de nuestra salud y de nuestros cuerpos, sin ningún tipo de presión estética. Nuestros cuerpos no son mercadería ni objeto, y por eso, también hacemos huelga de consumo. ¡Basta ya de ser utilizadas como reclamo!
Un tema de gran problemática que hoy día vivimos las mujeres es la explotación y la violencia sexual, azote de muchas mujeres tanto en nuestro país como en el resto del mundo.
OCTAVO: denunciamos la justicia patriarcal que no nos considera sujetos de pleno derecho. Reclamamos que las informaciones sobre la violencia de género sean reales y rigurosas, que la Justicia sea coherente en sus sentencias, la ampliación de centros de apoyo y acogida para garantizar la asistencia de todas las mujeres que lo reclamen, la modificación de las estructuras policiales que muchas veces son insuficientes cuando no verdaderos centros de tortura mental de las víctimas. ¡BASTA! de agresiones, humillaciones, marginaciones o exclusiones. Exigimos que el Pacto de Estado contra las violencias machistas –por lo demás insuficiente– se dote de recursos y medios para el desarrollo de políticas reales y efectivas que ayuden a conseguir una sociedad libre de violencias contra las mujeres y niñas. Denunciamos la represión a quienes encabezan la lucha por los derechos sociales y reproductivos. ¡BASTA! De violencias machistas, cotidianas e invisibilizadas, que vivimos las mujeres sea cual sea nuestra edad y condición. QUEREMOS poder movernos en libertad por todos los espacios y a todas horas. Señalamos y denunciamos la violencia sexual como expresión paradigmática de la apropiación patriarcal de nuestro cuerpo, que afecta de modo aún más marcado a mujeres en situación de vulnerabilidad como mujeres migradas y trabajadoras domésticas. Es urgente que nuestra reivindicación Ni una menos sea una realidad.
NOVENO: la educación es la etapa principal en la que construimos nuestras identidades sexuales y de género y por ello las estudiantes, las maestras, la comunidad educativa y todo el movimiento feminista exigimos nuestro derecho a una educación pública, laica y feminista. Libre de valores heteropatriarcales desde los primeros tramos educativos, en los que las profesoras somos mayoría, hasta la universidad. Reivindicamos también nuestro derecho a una formación afectivo-sexual que nos enseñe en la diversidad, sin miedos, sin complejos, sin reducirnos a meros objetos y que no permita una sola agresión machista ni LGTBIfóbica en las aulas.
Por ello, desde SOA en su camino hacia el cambio de esta sociedad, valoramos la EDUCACIÓN como prioridad fundamental, demandamos una coeducación en todos los ámbitos y espacios de formación, y una educación que no relegue nuestra historia a los márgenes de los libros de texto; y en la que la perspectiva de género sea transversal a todas las disciplinas. ¡No somos una excepción, somos una constante que ha sido callada!
DÉCIMO: gritamos bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas. Las mujeres tenemos un papel primordial en la lucha contra del cambio climático y en la preservación de la biodiversidad . Por eso, apostamos decididamente por la soberanía alimentaria de los pueblos. Apoyamos el trabajo de muchas compañeras que ponen en riesgo su vida por defender el territorio y sus cultivos. Exigimos que la defensa de la vida se sitúe en el centro de la economía y de la política.
En Aragón situamos esta problemática en las coordenadas de la despoblación, una lacra producida por el capitalismo y el Estado español bajo diferentes regímenes históricos; el 75% de los municipios aragoneses en riesgo de desaparecer, y la mujer rural luchando contra sistemas patriarcales mucho más visibles que en espacios urbanos. Defender la tierra, cuidar la economía social y de cuidados, evitar la migración femenina y feminizar el medio rural con alternativas de democracia directa.
Demba d'a Muller
Secretaría de la Mujer.
Sindicato Obrero Aragonés SOA-STA