sábado, 12 de mayo de 2012

DESIGUALDAD

Como eres mujer, acabaras siendo una pensionista pobre.

Una de cada quinientas mujeres en Aragón se encuentra en situación de pobreza. Una brecha de género que refleja las desigualdades acumuladas a lo largo de toda la vida y que se agrava conforme se cumplen años, convirtiéndose en una amenaza real para las mujeres de mayor edad. A menudo sus pensiones son bajas y se derivan de su estado civil. En los casos en que perciben prestación por sus años de trabajo, ésta suele ser inferior a la de los hombres, por varios factores: la diferencia salarial, la interrupción o cese de la carrera laboral para cuidar de los hijos (o familiares enfermos o mayores) y una mayor tendencia a desempeñar trabajos de media jornada para poder conciliar.

La desigualdad en las retribuciones tiene otro problema añadido, y es que se perpetúa. Es una bomba de relojería que no se desactiva, y puede ser cada vez peor, porque tener un salario más bajo implica tener una prestación por desempleo y una pensión de jubilación más baja.

Es la mujer la que toma excedencias para el cuidado de nuestras hijas e hijos y reduce sus jornadas de trabajo. Ello, conlleva:
• Peores sueldos y menos años de cotización que propiciarán pensiones más bajas.
• La mayor esperanza de vida podría llevar cada vez a más mujeres a la pobreza.
• Que trabajen en empleos y sectores 'feminizados' que tienden a estar peor pagados.
• Desgraciadamente, la crisis económica ha implicado un retroceso en las políticas de igualdad y esto les afecta directamente.

Además, las mujeres viven solas con más frecuencia al ser mayor su esperanza de vida. Cuanto más largo es el periodo durante el que se vive en situación de pobreza, mayor es el riesgo de desembocar en un "estado de privación económica y exclusión social permanente.

Las mujeres son más del 60% de los titulados universitarios en Aragón, están más preparadas y mejor formadas, pero sufren más dificultades para acceder al mundo laboral, y a esto se le añade después que, cuando se jubilan, perciben una retribución menor. Es una discriminación constante.

Esa brecha salarial no viene dada únicamente por las diferencias de sueldo entre mujeres y hombres que realizan un mismo trabajo. También porque las mujeres son más proclives a realizar trabajos a tiempo parcial y a solicitar excedencias para cuidar de los hijos. Y por otro factor: los sectores o empleos 'feminizados' tienden a estar peor pagados y a tener menor proyección. Trabajos considerados de mujeres, como cuidadora de niños o ancianos, están peor remunerados que los típicamente masculinos, como albañil o mecánico de coches. Y los sectores 'masculinizados' -ingeniería o finanzas, por ejemplo- tienen más proyección y prestigio.

Esta situación puede verse agravada por la crisis económica, que ha hecho desaparecer parte de las políticas de inserción laboral de la mujer y en favor de la igualdad. Por ejemplo, en el estado español, la última reforma laboral ha eliminado la bonificación que percibían las empresas que reincorporaban a mujeres en los cuatro años posteriores a la maternidad, al derogar el artículo 4.2 de la Ley 43/2006, de 29 de diciembre.

Si bien las instituciones son conscientes del problema, y, periódicamente -especialmente cada 8 de marzo- hacen llamamientos para cambiar la situación, lo cierto es que la crisis y el debate en torno a la viabilidad del Estado de Bienestar las han hecho pasar a segundo término.

Además, las medidas promovidas por los gobiernos para combatir la crisis se han dirigido "a sectores económicos que emplean mayoritariamente a hombres (construcción, industria del automóvil...), mientras que los demás sectores de la economía, que emplean más bien a mujeres, son ignorados (pequeño comercio, servicios)".

Esto, sumado a los recortes presupuestarios en el sector público, que presenta una elevada proporción de mujeres empleadas en los sectores educativo, sanitario y de servicios sociales, incrementará las cifras de desempleo femenino, lo que agravará aún más la situación de la mujer mayor.

A lo que se une el problema del envejecimiento de la población, más importante aún en el caso de Aragón. Necesitamos que las mujeres entren en el mercado laboral, si no, el sistema de pensiones se hundirá.

Propuestas.

Nuestro sindicato, propone, entre otras, estas opciones.

1 - Las pensiones de las mujeres son hasta un 50% más bajas que las de los hombres en el estado español. Las mujeres ganan un 17% menos que los hombres, trabajan más a tiempo parcial y cogen más permisos sin sueldo. Por eso, proponemos que el tiempo dedicado a la familia compute para el cálculo de las pensiones.

En esa dirección va la propuesta de la Comisión de Igualdad de Oportunidades a la Comisión Europea, que ha pedido que se contemple la posibilidad de que las interrupciones para el cuidado de hijos o personas dependientes coticen de cara a las pensiones futuras. En Aragón actualmente se computan 112 días de cotización por cada hijo.

2 – Apostamos porque las mujeres trabajen más, y se incentive que sean los hombres los que se tomen esas bajas sin sueldo.

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