Un 8 de marzo más, el día internacional de la mujer nos recuerda que la lucha no ha terminado, que aún queda mucho camino por recorrer en la consecución de la plena igualdad entre hombres y mujeres.
Desde que en 1910 se proclamó en Copenhague el 8 de marzo como día internacional de la mujer trabajadora, con el objetivo de promover los derechos de las mujeres y en especial la consecución del sufragio universal, esta fecha se ha extendido y estandarizado como símbolo de la búsqueda de igualdad. Sin embargo, no podemos conformarnos con un día de celebración, con la mera declaración de intenciones. La lucha debe continuar en las calles, en los trabajos, con la educación que damos a las nuevas generaciones tanto en la intimidad del hogar como en la enseñanza reglada. La igualdad es algo más que la equiparación de derechos a nivel jurídico, sino que debe sustentarse en lo más profundo de la conciencia de cada pueblo y de cada individuo.
Juntos y juntas podemos lograrlo.
¡Entadeban con a luita! Por una soziedá más chusta.
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