SOA convoca con la plataforma 28J manifestación el 28 de junio en la plaza San Miguel de Zaragoza a las 20h. Celebraremos el Día del Orgullo en bloque soberanista porque nuestro deseo es la revolución.
Ninguno
de los derechos y libertades que ejercemos ha sido nunca regalado:
eso lo sabemos bien quienes amamos y deseamos saltándonos las
normas. Empezando por el derecho a vivir nuestras vidas como nos dé
la gana, hemos construido espacios de libertad desde la que forzar la
justicia y los derechos iguales para gentes diversas.
Porque
nunca hemos creido que viviéramos en una democracia plena si
nuestros derechos dependían de nuestro color, de nuestro deseo, de
nuestro origen o de que nuestro cuerpo se ajustara a la opinión de
otros.
Y
nunca hemos aceptado que tuviéramos que comprar nuestra libertad
para ser y actuar como lesbianas, gais, transexuales o intersexuales.
Nunca hemos tragado con ser ricas y famosas o pudrirnos en el
armario, que eran las opciones que nos ofrecía este mercado que
pretende vendernos nuestros derechos.
Así,
fuimos arrancando libertades y derechos sexuales y reproductivos en
una sociedad lastrada por un franquismo nunca totalmente superado,
por una jerarquia católica nunca totalmente separada del poder, y
por unos gobiernos siempre pendientes de la dictadura de los llamados
mercados. Así conseguimos grandes avances legales, pero nunca
llegamos a ver una educación realmente inclusiva, un derecho al
aborto independiente del dinero que tuvieras para pagartelo, ni una
libre identidad sexual sobre la que no decidiera ningún médico.
En
esa continua lucha estábamos cuando hace ya seis años los abusos de
quienes más tienen pincharon la burbuja, y empezaron a caernos
encima los mazazos en forma de recortes que inevitablemente se
llevaban por delante derechos aún no plenamente conquistados. Porque
sabemos que cuando los poderosos aprietan, los primeros derechos
desahuciados son los de quienes viven su vida fuera de la norma.
Y
poco después, la llegada del Partido Popular al gobierno central y
al de Aragón dispararon el acoso y derribo de nuestros derechos. Su
obsesión de buscar culpables de los recortes les ha servido para
bloquear todo avance en educación, para sabotear nuestros derechos
sexuales y reproductivos y cerrar toda vía a la libre identidad
sexual.
La
contrarreforma de la ley del aborto de Gallardón, que pretende
legislar sobre nuestros cuerpos impidiéndonos ejercer una maternidad
libre y deseada, es pura violencia legal contra millones de mujeres,
especialmente sobre las de abajo, que carecen de recursos para
costearse un aborto fuera de nuestras fronteras. Y la supresión de
la reproducción asistida de la Cartera de Servicios del Sistema
Nacional de Salud para las mujeres lesbianas y bisexuales nos niega
nuestro derecho a la maternidad como castigo por no contar con un
macho que decida por nosotras.
Pero
pese a todos estos ataques, las mujeres, las personas transexuales e
intersexuales, los gais y las bisexuales sabemos que sí se puede, y
lo decimos hoy con orgullo, sí, con orgullo feminista. Como mujeres
reivindicamos y celebramos las múltiples posibilidades de vivir o no
la maternidad solas o acompañadas por quien nos dé la gana. Y como
personas libres , exigimos la despatologización de nuestras
identidades; el fin de las intervenciones correctoras respecto a la
intersexualidad: el fin de la tutela sobre nuestros cuerpos porque
sólo nosotras decidimos
sobre los mismos: no
somos “enfermas”, sino que es enfermo el sistema que nos
encasilla y nos obliga a ceñirnos a modelos imposibles y estancos de
hombre y de mujer.
Como
familias no vamos a consentir el recorte en nuestros derechos y por
ello nos oponemos rotundamente a la aprobación de la ley de familias
en Aragón por ningunear a nuestro modelo familiar
Vivimos
momentos cruciales. Momentos en que se vuelven contra los poderosos
todas las agresiones que henos sufrido las de abajo, las podres, las
distintas según sus normas, las lesbianas, las trans, los gais, las
intersexuales, las insumisas al modelo sexual impuesto. Nos tienen
miedo porque las tornas estan cambiando, porque es posible que nos
carguemos este gobierno y que vayamos más allá: que cambiemos un
sistema económico, social y político injusto.
Este
sistema que también atenaza en muchos países a aquellas que no se
avergüenzan de mostrar quien son. La comunidad LGTBQI no puede olvidar el sufrimiento de
quienes son calladas y represaliadas en muchas partes del mundo. El
Heteropatriarcado, este es un enemigo internacional, pero ¡acabaremos
con él!
Ahora
es el momento de decirlo y ejercerlo: en nuestros cuerpos y en
nuestras vidas, en los pueblos, en los barrios, en las calles y en
las instituciones... solo reinamos nosotras! Se puede aunque no
quieran! En nuestros derechos y nuestros deseos, son la revolución
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