Hemos sido el único sindicato en presentar alegaciones al anteproyecto de embalse de Biscarrués por la defensa de los puestos de trabajo que con su realización se podrían perder y que se valoran en mas de 300. SOA continua con su linea clara de defensa del entorno de la Galliguera y la de sus puestos de trabajo.
Según el propio estudio del anteproyecto: “Municipios como Murillo de Gállego o las Peñas de Riglos están experimentando en los últimos años el auge del turismo rural y de aventura: este se ha convertido en el principal sustento de la economía de zona, relevando a la agricultura, y ha supuesto el punto de partida para la recuperación económica y poblacional de estas localidades...”, es decir los propios redactores del proyecto reconocen a esta industria como motor de creación de puestos de trabajo y asentamiento de población en la zona.
Estamos hablando que son cientos de miles los descensos por las aguas del río Gallego, que más de 300 empleos se han generado en el conjunto del sector turístico ligado a los deportes de aguas bravas (empresas de aventura, hostelería y restauración,...). Que los gastos totales que realizaron los usuarios de estos servicios durante el desarrollo de su actividad, repartidos entre gastos en las empresas de rafting, gastos de alojamiento, de restauración, de compra, etc, fueron más de 10 millones de euros.
Luego el impacto económico de los deportes de aguas bravas sobre la economía local, es decir, el volumen de renta generado por esta actividad en un área que excede el ámbito estricto del Reino de los Mallos, se sitúo entre los 12 y 15 millones de euros.
Un Gobierno como el de Aragón, al que se le llena la boca de hablarnos de proyectos de asentamiento de la población en el "entorno rural", no puede permitir la despoblación en esta zona del País y por supuesto la destrucción de mas de 300 puestos de trabajo en el Reino de los Mallos.
Un Gobierno como el de Aragón, al que se le llena la boca de hablarnos de proyectos de asentamiento de la población en el "entorno rural", no puede permitir la despoblación en esta zona del País y por supuesto la destrucción de mas de 300 puestos de trabajo en el Reino de los Mallos.
Como desde SOA, si nos creemos esta política de retorno y asentamiento en el mundo rural y apostamos decididamente por la convivencia con el entorno de estas actividades económicas medioambientalmente sostenibles vamos a presentar alegaciones a este anteproyecto que es del todo irracional para el Siglo XXI.
Los Mallos resisten!
Los puestos de trabajo tambien!
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