Este 28 de chunio de 2019 se cumplen 50 años desde que prendió la chispa en Stonewall Inn, en Nueva York, iniciándose una dura carrera de fondo, todavía hoy inconclusa, que ha llevado al reconocimiento de algunos de los derechos del colectivo LGTBIQ. No nos podemos olvidar de que aquella madrugada fueron las mujeres afroamericanas transexuales, quienes no tenían nada que perder, las que empezaron una lucha de la que nos hemos beneficiado todas las lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales y queers; y que nos recuerda que nuestro camino no ha sido un camino de despachos y parlamentos, que también, sino principalmente un camino que se ha hecho en la calle, plantando cara a las múltiples caras de la LGTBIQfobia, en ocasiones institucional, en ocasiones ideológica, y ahora blanqueada por los partidos que forman parte de gobiernos participados por la extrema derecha.
Justo hace 50 años se inició este camino y hoy no debemos olvidar de dónde venimos, porque al igual que en el resto de las luchas que han tenido lugar en los siglos XIX, XX y XXI, la vanguardia sufrió persecución, acoso, criminalización y cárcel. Miles de vidas y de familias quedaron destrozadas por la represión para que hoy nosotras, nosotros y nosotres podamos amar libremente y formar familias diversas. Nuestra gratitud debe ponerse en primer plano y la memoria de quienes sufrieron debe alimentar nuestra lucha en el día de hoy.
Durante la pasada legislatura, Aragón ha vivido el mayor avance en materia de derechos LGTBI de su historia. En el último año, 2018, se han aprobado dos leyes, una específica para el colectivo trans (Ley 4/2018) y otra de igualdad y protección integral para todo el colectivo LGTBI (Ley 18/2018, que en una casualidad del destino fue aprobada un 20 de diciembre, Día de los Derechos y Libertades Nacionales de Aragón).
Pero la aprobación de estos dos textos legales no es, ni de lejos, el final del camino. Primero, porque todavía están pendientes las leyes estatales que permitan, por ejemplo, el cambio registral de las personas transexuales, así como extender a todas las comunidades autónomas los derechos que ahora disfrutamos en Aragón porque tuvimos la suerte de tener un Parlamento más sensible a la realidad del colectivo LGTBIQ. Y en segundo lugar, porque el auge de la extrema derecha en las instituciones aragonesas pone en peligro los avances conseguidos, con la amenaza literal de derogación de los textos legales.
No sólo es necesario frenar esta amenaza, sino que además también lo es desarrollar las leyes y poner en marcha los mecanismos gubernamentales que permitan su aplicación. En este sentido, la próxima legislatura será crucial para el desarrollo reglamentario de las leyes 4/2018 y 18/2018. Es por esto que, en estos momentos de negociación para la formación del próximo Gobierno de Aragón, desde el Sindicato Obrero Aragonés / Sendicato d’os Treballadors d’Aragón exigimos a las fuerzas políticas que se presentaron a las elecciones con este trabajo en sus programas electorales que lo pongan en primera línea durante el proceso de negociación que desemboque en la investidura de la próxima Presidencia de Aragón.
Con esta exigencia, llamamos a todo el pueblo trabajador aragonés a lucir el emblema arcoíris en sus centros de trabajo durante toda la jornada del 28 de junio y a participar en las diferentes manifestaciones que tendrán lugar ese mismo día en todo el País, destacando tanto las de la capital como la de Uesca, donde desde la unidad y con un marcado carácter reivindicativo alejado de los intereses del capitalismo rosa, se recordará la memoria del colectivo en el 50 Aniversario de los disturbios de Stonewall y se demandará a las instituciones aragonesas una verdadera implicación para lograr la igualdad total de las personas LGTBIQ y la completa erradicación de la LGTBIQfobia.
ENTALTO
A LUITA D’O COLECTIVO LGTBIQ!
ENTALTO ARAGÓN!
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