Parece que al desgobierno de Lambán le sucede otro desgobierno de marca mayor. El de Azcón. Nos llegan noticias alarmantes en educación, ya que se ha denunciado en medios que el Gobierno de Aragón ha decidido "apagar" el teléfono de ayuda que atendía las llamadas relacionadas con el acoso escolar (bullying). También están desmantelando el equipo de psicólogos/-as que daba cobertura a este servicio.
Si no conocemos un problema no existe. Esta parece ser la política de la nueva consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés. Pero los datos son rotundos, un 27% de la infancia y juventud en Aragón sufren este tipo de violencia. Si la solución institucional es eliminar los servicios de apoyo, no nos queda otra que denunciar como sindicato.
Las estadísticas son contundentes en Aragón. De 370 casos que se comunican, unos 20-30 se derivan y tipifican como acoso escolar. Luego podemos hablar del empeoramiento en la convivencia de los centros educativos, con un 79% de los docentes en Secundaria admitiendo que han sufrido amenazas o agresiones físicas y verbales, y con un 64% admitiendo una violencia frecuente entre estudiantes.
¿Qué será lo siguiente? ¿eliminar el teléfono de atención a víctimas de violencia de género? ¿el 061? ¿el 112? Un disparate y un despropósito, que sólo nos demuestra que las políticas de PP-Vox llegan para desprotegernos como sociedad.
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