Los Sindicatos Estatales (UGT y CCOO), la patronal (CEOE) y el Gobierno del Estado español plantean un nuevo y drástico recorte de nuestros derechos laborales. En contrapartida UGT y CCOO se aseguran su supremacia y supervivencia y la patronal salvaguardar sus grandes beneficios todo ello bajo el paraguas de la “paz social”.
Las cúpulas de los "sindicatos del poder" (UGT y CCOO) comienzan a retomar el diálogo con la patronal, tras recibir el “mandato” del Ejecutivo Zapatero que no puede permitirse mas perdidas de puestos de trabajo ni tener a la “Patronal” revuelta. El final de estas negociaciones solo tiene un objetivo claro: destruir los pocos derechos sociales que como clase todavia nos quedan.
El juego ha comenzado y la “táctica” no escrita nos lleva a decantarnos por la quema de una serie de “etapas” del guión de este “tira y afloja” que nos espera para los próximos meses.
En primer lugar, y teniendo como “patronal” al propio Estado español, UGT, CCOO y CSIF pasaran a firmar el acuerdo de congelación salarial para los trabajadores y trabajadoras de los sectores públicos, recibiendo como contrapartida la tan nombrada "paz social" y el mantenimiento de su “stato quo”.
El siguiente paso es la firma de un pacto de congelación similar para el resto de la clase trabajadora en los sectores privados; tanto UGT como CCOO nos hablaran de lo necesario de esta “cesión temporal” en nuestros Derechos que tiene el único objetivo de no destruir mas empleo y no empeorar las condiciones de los que en la actualidad trabajan. Y todo ello en pos de la “paz social".
Con este nuevo clima de conciliación se darán las bases para la reapertura del tan buscado "diálogo social" entre las direcciones de estos "sindicatos" y la patronal, que tendra un nuevo fruto: el nuevo acuerdo Interconfederal para la negociación colectiva de 2010, con el que poder firmar todos los convenios colectivos colectivos pendientes de cerrarse durante meses.
Y siguiendo esta linea de aprovechamiento del "diálogo social" se pasara a la firma, en el plazo más breve de tiempo, de una nueva reforma laboral.
Esta es la relación de hechos que desde el sindicalismo soberanista que representa y defiende SOA esperamos se escenifique en estos meses por parte de los “sindicatos de clase” (UGT y CCOO) dejando muy a las claras el papel que para estas organizaciones, para el Estado y para la patronal tenemos la clase trabajadora, sea de donde sea, con el fin de poder "superar" la crisis. Su receta: debemos aceptar los recortes salariales y apretarnos el cinturón.
Las cúpulas sindicales, la clase política en general, y los altos directivos de las empresas se han olvidado que las consecuencias de “su crisis” la estamos pagando los obreros y obreras que soportamos sobre nuestras espaldas recortes salariales y aumentos de impuestos, con el único fin de mantener un sistema que hace “aguas” desde su pilares básicos.
Mientras el paro en nuestro país, Aragón, no deja de crecer, UGT y CCOO continúan recibiendo numerosas cantidades de dinero publico para mantener sus poderosas "estructuras", prostituyendo el ideario sindical y rebajando el poder reivindicativo de la acción obrera al mínimo de su expresión.
Fruto de esta “relajación” en sus funciones se plasma en la gran cantidad de Convenios Colectivos que a día de hoy continúan sin firmarse y que afectan directamente a la capacidad económica y también social de la clase trabajadora en su conjunto.
Históricamente, UGT y CCOO han recibido cientos de miles de euros por firmar acuerdos en condiciones muy perjudiciales para la clase trabajadora. En la actual situación sociolaboral, el aceptar cierres y despidos masivos les ha hecho perder “peso” en el tejido laboral, dado que unidos a estos cierres viene la perdida importante de un buen número de delegados, por lo que les urge en estos momentos cerrar acuerdos que les permitan otras fuentes de financiación.
Estas fuentes de financiación proceden de la firma de acuerdos y convenios colectivos. Con su firma se asegurarían la entrada de cientos de miles de euros por lo que esperamos que aceptaran cualquier cosa a cambio de este nuevo flujo de dinero. Su ingreso se facturara por los servicios prestados en materia de representación, asesoramiento y mediación. Este sistema seria licito, de hecho SOA considera necesaria la implicación económica de la clase trabajadora en la negociación colectiva, si dichas organizaciones únicamente subsistieran con las cuotas de sus afiliados y afiliadas (como hace SOA) y no recibieran dinero público. Por lo tanto estamos ante una descarada formula de financiación del todo amoral.
Dentro del marco general de recorte y empeoramiento general de las condiciones laborales, la aprobación de estos nuevos convenios sólo servirá para legalizar estos recortes, y tal y como ocurrió con la “antigüedad” en el Convenio del Metal, la introducción de subescalas salariales en todo tipo de empresas o la precarización del mercado laboral vía negociación colectiva, son ejemplos de "conseguir" un acuerdo que empeorara los acuerdos anteriores produciéndose recortes muy efectivos.
Las cúpulas de los "sindicatos del poder" (UGT y CCOO) comienzan a retomar el diálogo con la patronal, tras recibir el “mandato” del Ejecutivo Zapatero que no puede permitirse mas perdidas de puestos de trabajo ni tener a la “Patronal” revuelta. El final de estas negociaciones solo tiene un objetivo claro: destruir los pocos derechos sociales que como clase todavia nos quedan.
El juego ha comenzado y la “táctica” no escrita nos lleva a decantarnos por la quema de una serie de “etapas” del guión de este “tira y afloja” que nos espera para los próximos meses.
En primer lugar, y teniendo como “patronal” al propio Estado español, UGT, CCOO y CSIF pasaran a firmar el acuerdo de congelación salarial para los trabajadores y trabajadoras de los sectores públicos, recibiendo como contrapartida la tan nombrada "paz social" y el mantenimiento de su “stato quo”.
El siguiente paso es la firma de un pacto de congelación similar para el resto de la clase trabajadora en los sectores privados; tanto UGT como CCOO nos hablaran de lo necesario de esta “cesión temporal” en nuestros Derechos que tiene el único objetivo de no destruir mas empleo y no empeorar las condiciones de los que en la actualidad trabajan. Y todo ello en pos de la “paz social".
Con este nuevo clima de conciliación se darán las bases para la reapertura del tan buscado "diálogo social" entre las direcciones de estos "sindicatos" y la patronal, que tendra un nuevo fruto: el nuevo acuerdo Interconfederal para la negociación colectiva de 2010, con el que poder firmar todos los convenios colectivos colectivos pendientes de cerrarse durante meses.
Y siguiendo esta linea de aprovechamiento del "diálogo social" se pasara a la firma, en el plazo más breve de tiempo, de una nueva reforma laboral.
Esta es la relación de hechos que desde el sindicalismo soberanista que representa y defiende SOA esperamos se escenifique en estos meses por parte de los “sindicatos de clase” (UGT y CCOO) dejando muy a las claras el papel que para estas organizaciones, para el Estado y para la patronal tenemos la clase trabajadora, sea de donde sea, con el fin de poder "superar" la crisis. Su receta: debemos aceptar los recortes salariales y apretarnos el cinturón.
Las cúpulas sindicales, la clase política en general, y los altos directivos de las empresas se han olvidado que las consecuencias de “su crisis” la estamos pagando los obreros y obreras que soportamos sobre nuestras espaldas recortes salariales y aumentos de impuestos, con el único fin de mantener un sistema que hace “aguas” desde su pilares básicos.
Mientras el paro en nuestro país, Aragón, no deja de crecer, UGT y CCOO continúan recibiendo numerosas cantidades de dinero publico para mantener sus poderosas "estructuras", prostituyendo el ideario sindical y rebajando el poder reivindicativo de la acción obrera al mínimo de su expresión.
Fruto de esta “relajación” en sus funciones se plasma en la gran cantidad de Convenios Colectivos que a día de hoy continúan sin firmarse y que afectan directamente a la capacidad económica y también social de la clase trabajadora en su conjunto.
Históricamente, UGT y CCOO han recibido cientos de miles de euros por firmar acuerdos en condiciones muy perjudiciales para la clase trabajadora. En la actual situación sociolaboral, el aceptar cierres y despidos masivos les ha hecho perder “peso” en el tejido laboral, dado que unidos a estos cierres viene la perdida importante de un buen número de delegados, por lo que les urge en estos momentos cerrar acuerdos que les permitan otras fuentes de financiación.
Estas fuentes de financiación proceden de la firma de acuerdos y convenios colectivos. Con su firma se asegurarían la entrada de cientos de miles de euros por lo que esperamos que aceptaran cualquier cosa a cambio de este nuevo flujo de dinero. Su ingreso se facturara por los servicios prestados en materia de representación, asesoramiento y mediación. Este sistema seria licito, de hecho SOA considera necesaria la implicación económica de la clase trabajadora en la negociación colectiva, si dichas organizaciones únicamente subsistieran con las cuotas de sus afiliados y afiliadas (como hace SOA) y no recibieran dinero público. Por lo tanto estamos ante una descarada formula de financiación del todo amoral.
Dentro del marco general de recorte y empeoramiento general de las condiciones laborales, la aprobación de estos nuevos convenios sólo servirá para legalizar estos recortes, y tal y como ocurrió con la “antigüedad” en el Convenio del Metal, la introducción de subescalas salariales en todo tipo de empresas o la precarización del mercado laboral vía negociación colectiva, son ejemplos de "conseguir" un acuerdo que empeorara los acuerdos anteriores produciéndose recortes muy efectivos.
Desde SOA pedimos a la clase trabajadora aragonesa un plus de sentido común, un plus de lucha, empezando desde lo mas básico: la afiliación. Ha llegado el momento de no nutrir filas inutilmente, de no engordar estructuras que no tienen como objetivo claro la defensa de nuestros intereses como clase y como pueblo.
Para SOA, La lucha social va unida intrinsicamente a la nacional, y por lo tanto mientras Aragón no disfrute de verdadera soberania politica todas aquellas injerencias que desde la politica estatal se realicen afectaran directamente a nuestra clase trabajadora.
El MARL (Marco Aragones de Relaciones Laborales) debe de constituir una prioridad para la clase trabajadora aragonesa. Debe ser el freno a las politicas liberales y antiobreras que desde la España, pero también desde la Europa del Capital se nos presentan.
Frente a la reforma laboral que se nos avecina desde SOA os pedimos firmeza y apoyo a las iniciativas que desde nuestra organización se van a plantear en estos duros meses de lucha.
Maya Nazional.
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