jueves, 21 de abril de 2016

23 D'ABRIL: NADA QUE CELEBRAR. DESTRUIR EL COLONIALISMO PARA CONSTRUIR SOBERANISMO




El Sindicato Obrero Aragonés tiene dos almas, como su propio nombre indica. Un alma obrera, y un alma aragonesa. Por cuestiones del destino ambas se abrazan siempre por estas fechas, en una semana, celebramos el Día Nacional de Aragón (23 de abril) y unos días después, el Día de la Clase Trabajadora (1 de mayo). Pero estas dos almas luchan juntas, la lucha social se identifica con la lucha nacional.

Nuestro sindicato siempre ha dicho las cosas claras, no nos gustan los engaños ni los pasteleos: sin soberanía no hay futuro. Si la clase trabajadora no controla su destino, quedará pisoteada y subyugada a los intereses de la casta (empresarial, española, burguesa, europea o multinacional). Si Aragón no decide por sí mismo, desaparecerá, expoliado y ninguneado por los que nos oprimen.

El 23 de abril tenemos poco que celebrar, los últimos años han sido negros, oscuros, para la clase trabajadora aragonesa. El Día de San Jorge es una fecha importante, como nación obrera e histórica, es un día para exhibir nuestra cultura, nuestras luchas. Así fue en el pasado (manifestaciones por el autogobierno, contra los trasvases, contra el saqueo). De un tiempo a esta parte, nuestro San Jorge está herido y vapuleado. Las hordas españolistas lo tienen amordazado, secuestrado, entre populismos baratos y banalidades garrulas. El pueblo aragonés es sabio, sólo tenemos que despertarlo de su largo sueño.

La única lucha que se gana, es la que no se abandona. Las gentes, pueblos y colectivos que llevan décadas organizándose contra los grandes pantanos son un ejemplo en ese sentido. Por eso este año, SOA quiere visibilizarlos, y apoyamos el manifiesto antitrasvase que ha impulsado COAGRET, contra la mercantilización de los ríos, en contra del nuevo Plan Hidrológico del Ebro. Ni Yesa, ni Biscarrués, ni Mularroya, ni presas en el Bergantes. La represión es otro efecto colateral de esta lucha: la causa de Los 8 de Yesa exige absolución plena. La mordaza española no nos vencerá. Jamás pasarán.

La soberanía es la fuerza del pueblo para decidir, sobre nuestros recursos naturales, económicos o culturales. Artieda decidió vivir donde siempre, en su lugar. El movimiento en defensa del aragonés lucha por la oficialidad, contra el etnocidio lingüístico. El sindicalismo de clase se organiza para que las trabajadoras decidan, en su empresa, sobre sus convenios, sus prestaciones o su jubilación.

SOA apuesta por la ruptura con el Estado español, estableciendo un nuevo Marco Aragonés de Relaciones socioeconómicas y laborales, en las que el trabajador controle y decida sobre su vida, sin imposiciones y con dignidad. Luchamos por la República aragonesa, poco a poco, aunando fuerzas, sabiendo que la historia nos dará la razón. La decisión es nuestra, la autodeterminación también.



¡ENTALTO ARAGÓN LIBRE, SOZIALISTA Y FEMINISTA!

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