El
cierre de los espacios educativos decretado por las autoridades deja
en una situación de precariedad laboral a las trabajadores de las
empresas de ocio y comedores de Aragón. De igual forma, esto afecta
a servicios externalizados de limpieza y mantenimiento, entre otros.
Durante
muchos años las grandes y medianas empresas del sector del ocio, del
catering y la restauración, que dan servicio a los centros
educativos durante el horario de comida, y en período lectivo y
extraescolar, han generado beneficios que se han repartido entre la
minoría privilegiada de accionistas, inversores y propietarios. Un
lucro que se construye por los contratos de los equipos directivos,
las AMPAs, bien subvencionados con las becas públicas o pagados con
el esfuerzo de las familias.
Actualmente
los trabajadores de estos servicios contratados por estas empresas
viven una precariedad extrema en sus condiciones de trabajo
(temporalidad, encadenamiento de contratos, vulneración de derechos
sindicales e individuales...). La indefensión y la desinformación
sobre sus derechos laborales les deja en una permanente situación de
excepcionalidad. En los últimos años han aumentado los contratos de
fijo discontinuo o a tiempo parcial, que son los que tienen la
mayoría de trabajadores, y que ante esta situación de emergencia
social, facilitan el despido o les obliga a firmar EREs y ERTEs
ilegales e irregulares, que les envían al paro. Como siempre, ellos
recogen los beneficios, nosotras exponemos nuestras vidas.
Desde
el Sindicato Obrero Aragonés hacemos un llamamiento para no
firmar ningún ERE ni ERTE, ni ninguna carta de despido, ya que
la aplicación de estas medidas de la patronal, requiere de una
comunicación a la autoridad laboral, que tarda unos días en ser
aprobada. Si te ves presionada, firma “no conforme” y acude a un
sindicato combativo, como SOA, para hacer la demanda posterior.
Las
empresas han de asumir los costes laborales originados por una
situación de fuerza major como esta y no trasladar a la caja pública
los costes derivados de situaciones excepcionales. Ante esta
situación de precariedad, desde el SOA demandamos la aplicación
de un decreto de internalización de todos estos servicios en las
escuelas públicas aragonesas. La mejora y subrogación de los
contratos de los trabajadores de las empresas externalizadas, así
como el incremento de los impuestos a las empresas que hagan EREs y
ERTEs, podrá paliar este tsunami económico-sanitario y ayudar al
descenso de los ingresos públicos de las cajas de la seguridad
social.
Demandamos
a las centrales sindicales mayoritarias que rechacen el aplicar y
pactar estos ERES, que inevitablemente son un campo de prueba y
de batalla para extender el despido libre y gratuito por parte de las
grandes empresas. En caso contrario: entendemos que serán cómplices
de la situación.
La
internalización de los servicios externalizados de los centros
educativos es la única solución para dignificar el trabajo
educativo, y así equiparar los derechos laborales de los
trabajadores de la enseñanza pública. Desde SOA defendemos los
derechos laborales de las compañeras no docentes.
Es
nuestro momento. ¡Organización y lucha!
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