jueves, 23 de junio de 2016

¿QUE PASA EN EL ESTADO FRANCES?

La polémica por la reforma laboral francesa lleva ya cuatro meses en los que la tensión entre los sindicatos y el Gobierno no deja de aumentar. Ha sido un periodo de cambios políticos y sociales y el Ejecutivo teme ahora que afecte a su imagen internacional durante la celebración de la Eurocopa 2016.


Los sindicatos han amenazado con continuar las movilizaciones e incluso reforzarlas durante la celebración de la Eurocopa. A sectores como el ferrocarril, aeropuertos, taxis … , se añaden los bloqueos en refinerías, depósitos y centrales nucleares que aún pueden ir a más. Públicamente, el Ejecutivo intenta quitarle peso al asunto pero lo cierto es que el miedo a la imagen mundial de crisis social que el país pueda dar en estas fechas está llevando al Gobierno a replantearse su reforma.
Entretanto, las principales patronales del país -CGPME, FNSEA, MEDEF, UDES, UNAPL y UPA- han publicado un comunicado conjunto para dar una "señal de alarma", ante la situación en la que vive inmerso el Estado francés.
La reforma laboral emprendida por el mal llamado gobierno socialista (y aprobada finalmente por Decreto ante la falta de apoyo parlamentario), ha sido objeto de numerosas protestas en las últimas semanas, siendo el principal germen del movimiento de indignados NuitDebout (Noche en pie).

Para el Gobierno, se trata de buscar fórmulas para luchar contra el desempleo, que en febrero  alcanzó 3,59 millones de personas, más del 10% de la población activa. Pero gracias a la presión sindical, que convocó movilizaciones masivas, se han retirado sus puntos más polémicos.

Se ha retirado la medida de establecer un tope legal a las indemnizaciones por despido improcedente. Existirá un baremo indicativo, que el juez podrá o no aplicar según su criterio. También se ha eliminado algunos de los supuestos que debían permitir modular el horario laboral y derogar así la semana de 35 horas, como en el caso de los aprendices. Permite, pese a todo, acuerdos dentro de cada empresa para flexibilizar esa jornada laboral. Mantiene también, aunque modificado, el punto relativo a los despidos por motivos económicos. La reforma precisa que lo justificará una caída de los pedidos o del volumen de negocio de cuatro trimestres consecutivos o unas pérdidas de explotación durante un semestre. Se aplicará a filiales en todo el Estado, aunque sean de un grupo internacional que en su conjunto presente cuentas saneadas. En este ámbito el Ejecutivo ha aportado una mínima modificación, la de precisar que no se aplicará a “dificultades económicas creadas artificialmente”, algo que quedará a criterio del juez.


La lucha de la clase trabajadora francesa comienza a ser épica. Debemos levantarnos en contra de la tiranía de los mercados, los cuales sólo quieren que trabajemos más, pero por menos. 

Todo nuestro apoyo y solidaridad, desde Aragón.

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