La
polémica por la reforma laboral francesa lleva ya cuatro meses en los que la
tensión entre los sindicatos y el Gobierno no deja de aumentar. Ha sido un
periodo de cambios políticos y sociales y el Ejecutivo teme ahora que afecte a
su imagen internacional durante la celebración de la Eurocopa 2016.
Los sindicatos han amenazado con
continuar las movilizaciones e incluso reforzarlas durante la celebración de la
Eurocopa. A sectores como el ferrocarril, aeropuertos, taxis … , se añaden los
bloqueos en refinerías, depósitos y centrales nucleares que aún pueden ir a
más. Públicamente, el Ejecutivo intenta quitarle peso al asunto pero lo cierto
es que el miedo a la imagen mundial de crisis social que el país pueda dar en
estas fechas está llevando al Gobierno a replantearse su reforma.
Entretanto, las principales patronales
del país -CGPME, FNSEA, MEDEF, UDES, UNAPL y UPA- han publicado un comunicado
conjunto para dar una "señal de alarma", ante la situación en la que
vive inmerso el Estado francés.
La reforma laboral emprendida por el mal llamado gobierno
socialista (y aprobada finalmente por Decreto ante la falta de apoyo
parlamentario), ha sido objeto de numerosas protestas en las últimas semanas,
siendo el principal germen del movimiento de indignados NuitDebout (Noche en
pie).
Para el Gobierno, se trata de buscar fórmulas para luchar
contra el desempleo, que en febrero
alcanzó 3,59 millones de personas, más del 10% de la población activa.
Pero gracias a la presión sindical, que convocó movilizaciones masivas, se han
retirado sus puntos más polémicos.
Se ha retirado la medida de establecer un tope legal a las
indemnizaciones por despido improcedente. Existirá un baremo indicativo, que el
juez podrá o no aplicar según su criterio. También se ha eliminado algunos de
los supuestos que debían permitir modular el horario laboral y derogar así la
semana de 35 horas, como en el caso de los aprendices. Permite, pese a todo,
acuerdos dentro de cada empresa para flexibilizar esa jornada laboral. Mantiene
también, aunque modificado, el punto relativo a los despidos por motivos
económicos. La reforma precisa que lo justificará una caída de los pedidos o
del volumen de negocio de cuatro trimestres consecutivos o unas pérdidas de
explotación durante un semestre. Se aplicará a filiales en todo el Estado,
aunque sean de un grupo internacional que en su conjunto presente cuentas
saneadas. En este ámbito el Ejecutivo ha aportado una mínima modificación, la
de precisar que no se aplicará a “dificultades económicas creadas
artificialmente”, algo que quedará a criterio del juez.
La lucha de la clase trabajadora francesa comienza a ser
épica. Debemos levantarnos en contra de la tiranía de los mercados, los cuales
sólo quieren que trabajemos más, pero por menos.
Todo nuestro apoyo y
solidaridad, desde Aragón.
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