1º DE MAYO DE 2020: Manifiesto firmado por CATA, CUT, ISTA-INTERSINDICAL, SOA-STA, SOLIDARIDAD ARAGÓN
SOLIDARIDAD, AUTOGOBIERNO Y AUTOGESTIÓN
Este 1º de Mayo queremos empezar por recordar a todos los trabajadores trabajadoras, jubilados y jubiladas y ciudadanos en general que han fallecido por el Covid‐19.
En este 1º de mayo tan atípico que nos toca vivir por la pandemia del COVID‐19, la defensa de la vida es el primer objetivo que debemos conseguir. Una pandemia que ha recortado derechos esenciales y libertades básicas. Este 1º de mayo puede ser un buen día para quitarnos el miedo que nos han metido en el cuerpo con el Covid‐19 que junto al estado de excepción nos ha tenido atenazados.
El trabajo no es más que un medio para satisfacer nuestras necesidades vitales y en estos momentos es para muchos desde los que trabajan en el servicio público, hasta los que reponen alimentos en los comercios, precisamente lo contrario: un riesgo para su vida. Al primar los beneficios empresariales sobre la vida de las personas a las que se les está obligando a trabajar sin las medidas de protección adecuadas.
Realmente esto no es nuevo. La precariedad laboral responde a la misma lógica del capital: todo vale para aumentar los beneficios. Frente a esto, los trabajadores debemos poner en primer plano nuestro primer derecho, el derecho a la vida: trabajamos para poder vivir y no a la inversa.
No somos, ni queremos ser héroes, ni que nos aplaudan, queremos seguridad laboral y poner en valor nuestro trabajo ya que es nuestro trabajo el que crea riqueza. Y existe riqueza suficiente para que todos podamos llevar una vida digna. Por otro lado se ha puesto de manifiesto que son los cuidados y el esfuerzo comunitario, los únicos capaces de sostener nuestra sociedad civil.
Junto a las cifras de paro, que van a seguir aumentando, se mantienen jornadas de trabajo agotadoras, se hacen horas extra y las grandes empresas acumulan beneficios y se ahorran impuestos, a cambio de “donaciones solidarias”. Por ello es imprescindible repartir la riqueza y paralelamente repartir el trabajo.
Esta pandemia también ha puesto claramente de manifiesto la necesidad de una gestión pública de todos los servicios esenciales: sanidad, educación, electricidad, agua, combustibles, transportes.
En Aragón, observamos atónitas a la sumisión extrema del gobierno de Lambán y sus socios, respecto a Madrid y las decisiones que toma Pedro Sánchez. Medidas social‐liberales que no benefician a la clase trabajadora, decisiones de excepción que no cuidan nuestro medio rural. Sólo tienen ojos para las grandes empresas y los oligopolios de siempre. Pasamos de autonomía a colonia con una simple llamada desde Moncloa.
En un momento en que se están dando caducidad de muchas concesiones hidroeléctricas, debemos reclamar la reversión y los beneficios para los territorios afectados y ver la oportunidad de gestionar nuestros propios recursos. Una oportunidad más para crear riqueza e inclinar la balanza hacia el sueño de un Aragón capaz y autosuficiente.
Este 1º de Mayo debe servir para reivindicar un Aragón mejor, para empezar a cambiar la sociedad, para derrotar al neoliberalismo, al capital deshumanizado, para reclamar y asignar más poder al pueblo y no a unas organizaciones alejadas de las personas. Un Aragón dueño de sus recursos, que sepa garantizar una vida digna para todos sus ciudadanos, con unas instituciones que sepan poner en el centro el bienestar de la mayoría frente a la obtención de beneficios privados y que contribuyan en el reparto justo de la riqueza.
Ahora más que nunca, tenemos que exigir la derogación del Art. 135 de la Constitución Española que establece el concepto de estabilidad presupuestaria y que el pago de la deuda pública sea lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales.
Unos nuevos “Pactos de la Moncloa” no pueden servir de cortina de humo para legitimar el traspase de recursos públicos a las grandes empresas. Por ello, ante esta situación y lo que se nos avecina por lo que pueda emanar de ese gran pacto a nivel estatal, que promulga el gobierno español, nuestra alternativa es conseguir la Carta Social para Aragón cómo fórmula para fomentar la solidaridad, el autogobierno y la autogestión de los trabajadores y trabajadoras contra la vorágine criminal del capitalismo y para alcanzar una sociedad republicana, justa e igualitaria.
Es necesario un programa de política económica que cargue la salida de la depresión en la que estamos entrando en los beneficios cosechados estos últimos años por los grandes oligopolios, en la tributación de lo evadido a los paraísos fiscales y en la nacionalización de sectores estratégicos. También es necesaria la reconstrucción del tejido productivo y además hacerlo teniendo en cuenta los desafíos ecológicos.
En lo laboral, convendría dar certezas a la clase trabajadora estableciendo una renta vital mínima garantizada, etc. En un contexto de previsible deterioro de la situación social y económica, los sindicatos son más necesarios que nunca como herramienta de organización de la clase trabajadora en defensa de sus legítimos intereses.
La economía es demasiado importante para la sociedad como para dejarla en manos del mercado, las recetas neoliberales ya sabemos dónde nos llevan: al enriquecimiento de una minoría a costa del empobrecimiento de la mayoría social.
¡Entalto el 1º de Mayo!.
¡Entalto la lucha de la clase obrera!
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