El 11 de diciembre será siempre una fecha a recordar por la clase trabajadora aragonesa. 47 años han pasado del incendio de la Tapicería Bonafonte donde murieron 23 trabajadores: la gran mayoría mujeres y menores de 30 años.
El fuego comenzó sobre las 8.15 horas de una fría mañana de diciembre en el local que, Tapicería Bonafonte, ocupaba en el obrero barrio de Las Fuentes. El semisótano de la Calle Rodrigo Rebolledo núm. 41-45 solo contaba con una única salida, una rampa de lo que hoy es un aparcamiento, y que quedó sellada por el cierre de la persiana metálica que tenia como único acceso. Aquello lo convirtió en una jaula enrejada donde los atrapados por el fuego pedían socorro a través de las rejillas que daban a la acera.
Los Bomberos trataron de acceder al "local" intentando abrir, manualmente, la persiana de acceso al infierno... pero les fue imposible. Al final optaron por realizar un butrón en una pared lateral mientras se utilizaban los tragaluces de las viviendas contiguas para tratar de sacar a los supervivientes. Ya era tarde.
El obrerismo militante hizo que el funeral fuera multitudinario. La rabia se torno en protesta que fue aplacada con duras cargas policiales.
Tres años después se llevo ante la Justicia a los hermanos Bonafonte, propietarios del taller, que fueron condenados a tres años de prisión menor por un delito de imprudencia temeraria. Nunca cumplieron la pena impuesta porque fueron indultados poco más tarde. Tampoco pagaron a cada una de las 23 familias de los fallecidos el millón de pesetas de indemnización al que fueron condenados. Se declararon insolventes poniendo a buen recaudo sus bienes a nombre de sus esposas..
Los desalojados por el incendio tardaron unos ocho meses en poder volver a sus hogares...45 familias que recibieron unas 25.000 pesetas, de la época, tras más de un año recordando su caso al gobernador civil. Eso si, recibieron créditos de la Caja Rural que fueron apremiados, a pagar bajo amenaza de desahucio.
El origen del fuego nunca pudo ser probado. Algunos jóvenes ingenieros trataron de hacer informes técnicos de la tragedia que se vieron truncados por la actitud del Colegio Oficial de Ingenieros que no quiso poner algo de "luz" al asunto.
ERZ (ahora Endesa), la propietaria y mantenedora de los generadores, no fue condenada al no poder demostrarse que "su" generador fuera el causante del incendio.
Para nuestras Instituciones, estos 23 obreros fallecidos, no son merecedores de un recuerdo. Ni una triste placa, un monolito, una reseña....solamente el silencio cómplice de quien desde el poder protege a los poderosos. Los memoriales son solo para los servidores de la Patria.
Para nosotros siempre estaréis presentes. Vuestra contribución sigue viva en nosotros y nosotras.
Ni olvido ni perdón.
Siempre en vuestra memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario