Articulo de nuestro compañero de la Coordinadora Obrera Sindical (COS), Vicent Rodriguez i Payá, con motivo de los lamentables sucesos de Olot y sus consecuencias para nuestra clase. Por desgracia en Aragón, y sobretodo los compañeros y compañeras del Rolde de Piqueros de SOA, conocen y sufren la problematica de los impagos y embargos de las numerosas empresas que se han "dado a la quiebra" dejando miles de euros de "pufo" a sus plantillas. Tras la desaparción de su "cupula directiva", desde los Servicios Juridicos han estado y estan actuando contra estos nuevos "ladrones de guante blanco" cubiertos por la sabana de la legalidad.
¿ Hay que resignarse?. A la mierda la resignación. Los telediarios de toda falsimedia de este miércoles en la edición de noche, informaban del asesinato de 4 personas en Olot y alrededores, a manos de un hombre de 57 años,Pere Puig Punti, albañil de profesión.
Los expertos psicólogos, terapeutas y demás retahilas, argumentaban según sus palabras textuales: “Que ante las adversidades, la mayoria se resigna,pero una minoria opta por la violencia.Que hoy en dia se enseña menos a contener las emociones y las frustraciones.Que hay mucha más intolerancia a la frustación”. Claro , por eso actualmente las Unidades de Salud Mental están a rebosar de pacientes.
En definitiva, en nuestra época, no se sabe apaciguar la frustración y la gente no se resigna a su situación y sus acontecimientos. Es decir, Pere Puig llevaba cinco meses sin cobrar y a las puertas de quedarse sin trabajo, la empresa le paga los atrasos con un cheque sin fondos y la entidad bancaria lo presiona con ejecutar la hipoteca que debe al banco.
Y he aquí que no sabe apaciguar su frustración, y he aquí que no se resigna a la situación, sin casa, sin trabajo, sin jornales atrasados. Da rienda suelta a su cabreo y desesperación cometiendo cuatro asesinatos. Señores mios ¿Qué quieren?. Seguramente Pere Puig no hubiera cometido esas cuatro muertes si hubiera cobrado sus nóminas a su debido tiempo y hubiera podido hacer frente a los pagos de su hipoteca. No justifico ni apruebo las cuatro muertes, pero si comprendo la desesperación y presión a que se ha visto sometido Pere Puig.
Presión y desesperación que se abate sobre amplias capas de la clase obrera y sectores desfavorecidos de la población. Y según los gurús de este sistema, la única salida que tenemos es la resignación y la no frustración. Para eso ya teníamos a la Iglesia Católica y no nos hacian falta toda esta pléyade de Piscólogos, Psiquiatras y eruditos del comportamiento humano.
Como ya argumentaba el compañeros Engels hace cerca de doscientos años: “El obrero vive sumido en la pobreza y la miseria y ve que otros viven mejor. No comprende por qué precisamente él, que hace para la sociedad más que el holgazán rico debe sufrir tales privaciones” . Recurrieron en un primer momento a la salida individual como el señor Pere Puig, pero pronto comprendieron que todo el poder de la sociedad arremete contra cada indivíduo y lo aplasta por incomparable superioridad de fuerzas. Entendieron que la solución para remediar sus males y cambiar el orden de cosas establecido, residía en la unión, en el sentimiento de clase como conjunto.
Ahí es donde nace nuestra fuerza, ahí es donde el sistema, a sabiendas, hace lo imposible para socavarla, incrustando en nuestras mentes los valores de egoismo, invividualismo, insolidaridad etc. Retomemos los valores de nuestros antepasados y empecemos a renacer como clase, y caminemos con paso firme hacia una nueva sociedad, en donde no haya lugar, por innecesarios, a comportamientos y situaciones como la del señor Pere Puig.
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